El bebé del disco de Nirvana: Una portada memorable que se rodea de la controversia

Spencer Elden tenía apenas cuatro meses cuando apareció en una de las fotos más recordadas de la historia de la música. Tres décadas después revela el miserable pago que recibió y alega que se trató de pornografía infantil.
Hay discos que pasan a la historia por su calidad. Y hay otros a los que les basta una portada para ser memorables. Cuando en 1991 Nirvana lanzó “Nevermind” resumió ambas cosas. Por un lado, el segundo álbum de la banda puso al grunge en el mainstream, logró desbancar al propio Michael Jackson de la cima de las listas de popularidad. Por otro, la portada del disco en la que aparecía un bebé desnudo en medio del agua tratando de alcanzar un billete se volvió mítica y ha sido incluso parodiada por Los Simpson y ha hecho que Spencer Elden, su protagonista lance una demanda 30 años después alegando que la famosa imagen se trata de pornografía infantil y explotación sexual.
Aquella instantánea capturada por el fotógrafo Kirk Weddle le dio la vuelta al mundo y el pequeño fue rápidamente conocido como “Nirvana Baby”. Su nombre real era Spencer Elden y tenía apenas cuatro meses cuando literal fue lanzado a una alberca para hacer historia. “Me alegro de que no fuera para algo como un álbum de los Backstreet Boys”, señaló a The Guardian en tono de broma en una entrevista. Pero el tono de aquella conversación parece haber cambiado, pues tres décadas más tarde el ahora joven dedicado a las artes ha decidido emprender una batalla legal en un tribunal de los Ángeles donde ha declarado que ni él ni sus padres firmaron algún documento que autorizara el uso de “cualquier imagen de Spencer o de su semejanza”.

La acusación se extiende a 15 personas y el protagonista de esa foto, que anteriormente ha señalado las consecuencias de su aparición en esa foto, argumenta que su identidad siempre ha estado vinculada la explotación debido a la popularidad de esa portada y además ha alegado que su distribución ha constituido también pornografía infantil, de acuerdo con el documento difundido por Pitchfork.
Una portada que no habría cumplió con los acuerdos creativos
La producción de la legendaria imagen — cuyo concepto vino de la idea de Kurt Cobain de presentar un bebé en un alumbramiento acuático— producida en cinco minutos costó unos mil dólares que lo cubrían todo, incluyendo un equipo de buzos rescatistas en caso de que algo saliera mal. Otra docena de niños fueron colocados en una alberca para tener imágenes alternativas por si la disquera no aprobaba la principal. Nadie cuestionó el resultado de la imagen de aquel bebé que parece nadar atraído por un dólar en un anzuelo y que acabó como la portada, señaló la edición de la revista Icon.
Pero en 2021, las cosas han tomado otro giro. En la demanda, Spencer Elden ha asegurado que Kurt Cobain, el fallecido líder del grupo se había comprometido a cubrir el área genital del pequeño con un sticker que debía decir: “Si esto te ofende, debes ser un pedófilo de clóset”, según señala la querella. Además, Elden señala que las imágenes enfatizan sus genitales y que fueron usadas como «pornografía infantil», como parte de una estrategia recurrente en la que las compañías disqueras «presentaban a los niños de una manera sexualmente provocativa, con el fin de ganar notoriedad, impulsar las ventas y atraer la atención de los medios, y reseñas críticas”, cita el documento.
«Nevermind» de Nirvana: una imagen memorable con un pago miserable.
Spencer Elden ha corroborado el asunto del bajo presupuesto asignado a una imagen que quedó grabado en la cultura pop y que ha sido objeto de muestras en museo. Cualquiera pensaría que ser el protagonista de tal imagen y de uno de los disco más recordados de Nirvana implicaría compartir alguna de las cuantiosas regalías que ha generado desde 1991, Pero el artista ha contado que sus padres fueron convocados como frecuentemente se hacía en la academia de artes en la que estudiaban y el pago fue ínfimo. Mis padres me llevaron allí, al parecer me soplaron en la cara para estimular mi reflejo de inmersión [que hace que los bebés cierren la glotis en el agua], me sumergieron, me hicieron algunas fotos y me sacaron. Eso fue todo. Les pagaron 200 dólares y se fueron a comer tacos después”.
Luego de 30 años de que esa portada ha recorrido museos, ha sido parodiada y reproducida infinidad de veces, Elden ha revelado que junto con el pago original lo único que recibió de la disquera al cumplir un años fue un disco de platino del álbum en cuestión y un oso de peluche. Ninguno de los integrantes de Nirvana le han contactado. “Todos los que participaron en el disco tienen toneladas y toneladas de dinero”, declaró a la revista Time. “Vivo en casa de mi madre y conduzco un Honda Civic. Es difícil no molestarse cuando escuchas la cantidad de dinero que había en juego”. Al menos le queda la satisfacción que su imagen es recordada por miles de personas.